Sergio Wischñevsky conversò con Valeria Pita y Débora D’Antonio en Historia Nocturna.
Las historiadoras y co-autoras de la obra de cuatro tomos, “Nueva historia de las mujeres en la Argentina” explicaron por AM 1270 que pensaron en una obra que «deje de ser endogámica para poder ser comunicada y puesta en diálogo con sectores más amplios».
A su vez detallaron la importancia de «salir de la especialidad y de la conversación entre pocos y pocas. La obra tenía que dar cuenta de una multiplicidad de procesos, experiencias, trayectorias que no terminaran en el Río de La Plata, sino que tuviera focos específicos de las llamadas periferias, interiores, provincias y regiones y convocar a las nuevas a las nuevas generaciones. Son más de dos décadas de estudios sistemáticos en centro de investigación, universidad que generaron diferentes voces de historiadores y especialistas, y que esta obra podía reunir».
Entonces, «generamos una especie de aula virtual, con idas y vueltas, creo que nos salvó y generó una obra que tiene cuatro tomos, que abarca desde finales del siglo XVIII hasta ayer, que permite acercar nuevas interpretaciones sobre los pasados, aproximaciones que permitan abrir las preguntas. Porque si hay algo que aprendimos es que no hay nada más abierto que el pasado».
Para las historiadoras, «el proyecto tuvo diferentes aristas, quienes escriben los artículos, y los diferentes dimensiones a cubrir: El trabajo, la política, la cultura, la ciencia y dimensiones que están integradas, son trabajos que están conectados, que articulan una lógica federal, que recorren distintas temporalidades, distintas regiones, es una marca registrada, y son como 60 autoras. Además, el cuarto tomo está en ciernes, muy desarrollado, con una importantísima crisis del papel que hay en el mundo, la rigurosidad que nos ofrecen las herramientas de la historia, y del mundo académico que habitamos, convocamos a un montón de lectores externos para fortalecer los trabajos, con un montón de lecturas cruzadas, que le dan una legitimidad en nuestro propio ambiente y en la posibilidad de repensar temas clásicos de la historia y de la historiografía, que con una perspectiva de género, abren nuevas dimensiones y de alguna manera, revisan ese pasado de una manera integral, no a la vieja usanza, sino que la reconsideración de colocar a las mujeres en el centro de la historia, modificaba las dinámicas más generales, de los temas a los cuales nos hemos formado, el Estado, la frontera, la ciudadanía, el mundo del trabajo, todos los temas que esta obra recorre en profundidad», afirmaron.
Consultadas sobre qué aporta de nuevo el compendio indicaron: «En primer lugar, creemos que se ha construído una colección que abre nuevas preguntas, una de la sprincipales es recuperar las experiencias de otras mujeres muy diversas entre sí, lo más cercano posible a los modos en que ellas entendieron sus propias vidas y trayectorias, sin anticiparnos, ni juzgar sus experiencias, sino comprenderlas en los términos en las que ellas las vivieron, esa es la gran diferencias, despojándonos de sentidos. Aparecen las esclavas, las libertas, las mujeres que tienen que empeñar lo poco que tiene para sobrevivir, aparecen las enfermeras, las maestras, acompañando sus dudas, sus dilemas, más allá de los nuestros».
Para Pita y D´Antonio, «casi ninguno de los artículos, repone periodizaciones tradicionales, clásicas apegadas a lo institucional, sino a los modos conflictivos en que las mujeres integraron ese pasado. Tiende específicamente a las coordenadas de lo que se está viendo, tanto sea una región, una localidad, un pueblo».
Escuchá la entrevista:
(RP)
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