Para prevenir el COVID-19 y enfermedades que se transmitan por el mosquito, el Instituto de la Vivienda Bonaerense aprobó un protocolo de acción que deberá seguirse en las obras que se encuentran en ejecución, las que están próximas a reactivarse y aquellas que se inicien de aquí en adelante.
El nuevo protocolo deberán seguirlo municipios, empresas constructoras, entidades y todo el personal que desarrolle tareas en los proyectos que se pongan en marcha.
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Será obligatorio para las empresas constructoras que están trabajando en proyectos del Instituto de la Vivienda, como todo el personal que desarrolla tareas en el establecimiento.
El documento difundido en el día de hoy, establece medidas generales de prevención, horarios de ingreso y de egreso, almuerzo, uso de duchas y especificidades en cuanto a la cantidad de personas en obra y turnos de trabajo de las mismas.
«Las cuadrillas deberán conformarse por un plantel mínimo, a fin de acotar los riesgos de contagios masivos, y en caso de contagio, poder aislar al grupo de trabajo. Asimismo, cada trabajador deberá someterse a un control de temperatura corporal, y el personal que realice el control deberá fiscalizar y dejar registrado el resultado», afirma el organismo provincial.
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Por otra parte, para la prevención de dengue, zika o chicungunya (cuyo vector de transmisión es el mosquito), quedó establecido un protocolo de fumigación, como así también la eliminación de todos los recipientes que contienen agua, en el interior de las casas y en sus alrededores.