«Trabajamos mucho, tenemos un método de laburo que tiene que ver con insistir, golpear, estar mucho en la cancha, tener disciplina, perseverancia y lo venimos haciendo hace muchos años. Hace 30 años que estoy en la profesión, aprendí el oficio en el club Independiente. me fui capacitando, aprendiendo lo que es la alta competencia, formando y viajando con los chicos para que lleguen a ser profesionales. Desde Tandil han salido algunos chicos que han sido grandes jugadores y seguimos trabajando para que surjan más».
«Yo jugaba al tenis de chico pero en aquella época a los 18 años terminabas de jugar el circuito nacional y a partir de ese momento tenías que ir a jugar a Europa porque en la Argentina no había circuito, torneos, no había nada. Por eso rápidamente me puse a trabajar con la ilusión de poder lograr lo que no había podido como jugador de tenis».
«Me interesé por la formación de los más chicos y tuve la suerte que trascendieran algunos alumnos, cosa que hay muchos entrenadores que hacen muy bien su trabajo pero no lo logran. La academia o escuela de tenis les permite a los jugadores una formación y disciplina, que muchos de los que tuve de alumnos, hoy día son muy buenos profesionales porque han aprendido a usar esas herramientas y eso te lo brinda el deporte».
«Mi lugar en el mundo es Tandil. Mi trabajo te permite poder hacerlo en cualquier lugar del mundo. He tenido ofrecimientos para ir a Estados Unidos, Europa, en gran parte de Sudamérica. Claro que vivir en una ciudad chica se presentan dificultades como por ejemplo que siempre hay que viajar para competir. El club UNCAS donde trabajo es nuestra casa y considero que Tandil es un lugar ideal para la formación de los chicos porque están contenidos por su familia, cosa que sería de otra manera si tuvieran que radicarse en Buenos Aires por poner un ejemplo».
Gómez habla del alumno más destacado: Juan Martín del Potro. Sus comienzos y el retiro en su mejor momento.
«Con Juan Martín, cuando era chico, planificábamos el año y terminaba de una forma totalmente distinta. Me acuerdo que habíamos programado jugar algunos Futures y no había muchos en la Argentina y nadie te daba un Wild Card. Fuimos a Chile a jugar las Qualys, en el primer torneo llegó a cuartos de final y al segundo lo ganó. Desde ahí vinimos a Córdoba y le dieron un Wild Card y lo ganó. A partir de ahí ya empezó a jugar Challengers».
«Con los Challengers pasó lo mismo que con los Futures, programamos algo y terminamos haciendo nada de lo previsto. Hicimos la gira de los torneos Petrobras y se metió en el 150° del ranking. Juan era de plantear un objetivo y superarlo rápidamente».
«El momento en que se lesiona en el Masters 1000 de Shanghai, venía de hacer final del US Open, era el momento y lo habíamos hablado que podía encarar el N° 1 del mundo. Era una de las metas que el tenía en la cabeza desde chico. Las 3 principales eran: ganar el Abierto de Estados Unidos y lo logró (2009), ganar la Copa Davis (2016) y por último llegar al N°1 en el ranking ATP».
«Justo en el momento que él sentía que podía lograr estar en lo más alto se resbaló, se rompió la rodilla. Creo que tomó decisiones apresuradas, volvió antes de lo recomendado y eso hizo que su rodilla no sanara. Desde ahí comenzó el calvario que terminó en su retiro. Pero vuelvo a decir todo eso fue porque estaba en la búsqueda ser el 1 del mundo, era su mejor momento y quería cumplir ese sueño. De todos modos queda la satisfacción de haberlo intentado cada día a fondo y ha dejado una huella muy grande no sólo en el tenis argentino sino a nivel mundial. Lamento que haya pasado por eso pero logró hacer una carrera excepcional».
El «Negro» explica cómo se manejan con la formación de tenistas que están en la escuela en la actualidad.
«A medida que los chicos van creciendo y generan un buen ranking, la AAT (Asociación Argentina de Tenis) apoya en algunos momentos con algunos viajes fuera del país. Los llevan en equipo a hacer una gira de los torneos ITF. Eso ayuda mucho porque es difícil conseguir los medios económicos por parte de los padres».
«Sol Laraya Guidi ha conseguido buenos resultados, es categoría 2008, y está 1030 en el ranking mundial WTA. En este caso a conseguido una beca YPF y eso la ayuda mucho para costear los viajes y otras cosas. A base de buenos resultados los chicos van generando el apoyo de los sponsors y de las instituciones como la AAT y la Federación Internacional de tenis que los apoyan en sus comienzos».
«Espero que Sol pueda lograr llegar alto y también la tenemos a Lourdes Carlé que la formamos nosotros que está a poco de meterse entre las 150° del mundo. No siempre se llega al objetivo de entrar al circuito profesional pero siempre hay otros caminos. Pero el tenis brinda muchas oportunidades: se puede jugar torneos interclubes en Europa, estudiar en universidades de Estados Unidos. Todo eso hace que se pueda vivir de este deporte y en definitiva es lo que la mayoría busca».
(RP)
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