«Estuve en la cancha, sigo afónico y emocionado. Me llamo Jorge Luis pero desde que iba al colegio me dicen Bartolo. Venimos de familia futbolera, mi hermano hizo las inferiores en Banfield. Otro hermano y yo jugamos en Estudiantes en el año ´85. No me quedé porque tuve que irme a hacer la «colimba», mi hermano se quedó un año más pero luego decidió estudiar y se fue».
Bartolo cuenta los comienzos futbolísticos de su hijo. «Gastón con dos años ya empezó a patear la pelota, ya a los seis jugaba con chicos más grandes. Vivimos en un pueblo donde los chicos van y vienen sin problemas. Gastón siempre estuvo en Larroque y lo vi poco porque siempre trabajé en el campo sembrando o cosechando».
Viniendo de una familia de futbolistas era lógico que Gastón tomara el mismo camino.
«Cuando se fue a La Plata tenía 11 años, quiso ir solo y fue directamente al Country. Previo a eso tuvimos algunas discusiones con mi mujer. Pero cuando volvió en su primera salida lo primero que hizo fue invitar a los abuelos y ahí la madre me dice que no se esperaba verlo tan bien y que había sentido que Estudiantes iba a ser su segunda familia. Cuando tenía 12 años volvió para acá e hizo dos años de secundaria. A los 14 le tomaron todas las pruebas y volvió a la pensión de Estudiantes».
Estudiantes recibió a Vélez Sarsfield en el estadio UNO, por la fecha 15 del Torneo de la Liga Profesional, y con una nueva victoria. Con dos goles de Gastón Benedetti, ambos en el segundo tiempo, el equipo que dirige Eduardo Domínguez redondeó una gran actuación.
«Sinceramente nunca esperé que hiciera tanto, si bien sé lo que puede llegar a alcanzar Gastón. Cuando entró a jugar pensé que iba a cuidar su lugarcito, sus 20 x 20m pero cuando quise acordar estaba en el corner y convirtió el gol. En ese momento me acordé cuando jugaba en el patio de casa».
(RP)
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