En este punto subrayó Rayón que “si se compra GNL, va a ser alguna necesidad muy puntual, marcado por algún pico del invierno, pero ya no se va a necesitar la importación. Y además con la reversión del norte, tampoco vamos a requerir importar gas de Bolivia”.
El gasoducto que comenzará a operar el 20 de junio, permitirá un ahorro de alrededor de US$ 2.000 millones en 2023 y de casi US$ 4.200 millones en 2024. El Gobierno licitará en las próximas semanas, la reversión del norte, que permitirá que el gas de Vaca Muerta pueda llegar al norte del país, y en agosto la segunda etapa del gasoducto, con lo cual habrá autoabastecimiento.
La secretaria de Energía de la Nación detalló el impacto de la obra y sostuvo que “Argentina no va a necesitar utilizar más divisas para importar. Y el gas de Vaca Muerta, es hasta seis veces más económico que el gas importado. Así también cambiará la balanza de energía de Argentina, porque el año pasado fue poco más de USD 4, 5 millones de forma negativa, este año podría ser neutra y en 2024 comenzar a ser positiva”.
Para el 2030 estiman que la balanza energética obtenga unos USD 18.000 millones de manera positiva. También explicó que” disminuye los subsidios hacia los sectores residenciales y después posibilita el desarrollo de una industria mucho más competitiva”.
“Este primer tramo está hecho 100% con recursos del Tesoro Nacional, sin financiamiento privado ni internacional. Va a cambiar la matriz de energía y va a llevar un orden económico a la Argentina” destacó.
Royón detalló posibilitará “el desarrollo del sector de los hidrocarburos y de Vaca Muerta en particular, porque este gasoducto logrará aumentar en un 30% la producción allí y la colocará en otro nivel de inversiones”.
A largo plazo explicó que “el primer impacto es que el Estado baje los subsidios al tener un precio de una energía más competitiva y sobre todo en la industria, en los usuarios generales del sector habrá una baja en su control de energía”.
Luego de la Etapa 1 se prevé un ahorro por US$ 4.293 millones por la sustitución de importaciones de gasoil, fuel oil y GNL para generación, a los que se sumarán otros US$ 3.168 millones adicionales cuando se concrete la reversión del Gasoducto Norte y la Etapa II del GNPK, por el reemplazo de las compras de gas de Bolivia, energía eléctrica de Brasil y Uruguay, y la reducción en las importaciones de GNL.
Asimismo indicó que “en el viaje a China primero se priorizó el financiamiento del segundo tramo del gasoducto, que posibilita aumentar el transporte en 11millones de metros cúbicos. Y llevará a la Argentina a niveles de autoabastecimiento, con casi 98% y posibilitar la exportación a países de la región” subrayó.
Y mencionó sobre el viaje a Çhina que “se priorizó la obra de ambas etapas, pero también el país chino como otros inversores, también tienen interés en pensar en proyectos de GNL en la Argentina como el que está liderando YPF”.
Rayòn aseguró que la reversión del Norte, que se está por licitar en las próximas semanas “va a posibilitar, primero que hoy en Norte del país, es la única alternativa de abastecimiento que se tiene es Bolivia y hoy no está en condiciones de cumplir el compromiso con la Argentina. Esto va posibilitar sí la exportación al norte de Chile, y a Brasil, usando la infraestructura preexistente de Bolivia y usando a este país como transporte”.
La ingeniera industrial comentó la conexión eléctrica que va de Bahía Blanca Mar del Plata y mencionó que “uno de los objetivos cuando asumió el mismo Sergio Mazza, es ponerle mucho énfasis a obras estratégicas y troncales”. Y agregó: “Entre las obras que se pusieron en marcha y la que estamos licitando, se van a incorporar casi 5 mil kilómetros de líneas de alta tensión. Puntualmente, la obra de la línea Atlántica norte y Atlántica sur, estaba paralizada en la gestión anterior y la volveremos a poner en marcha el 30 de junio” cerró.
(RP)
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