La Legislatura de la provincia de Buenos Aires aplazó para la próxima semana la crucial discusión en torno a la posible suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Esta decisión se tomó tras una sesión que incluyó extensos cuartos intermedios y que culminó con la aprobación de tratar el proyecto del Frente Renovador «con modificaciones» en el próximo encuentro .
Este movimiento estratégico garantiza que en la siguiente sesión legislativa no se requerirán los dos tercios de los votos para avanzar con la iniciativa, sino una mayoría simple. Esto representa una maniobra clave para La Cámpora y el massismo, quienes ganan tiempo y ejercen mayor presión sobre el gobernador Axel Kicillof.
El gobernador Kicillof ha manifestado su preocupación ante la posibilidad de implementar la Boleta Única de Papel (BUP) en elecciones concurrentes, advirtiendo sobre un potencial «caos electoral» debido a que lo considera un «experimento que nunca se hizo» en Argentina. Ante este panorama, Kicillof sugirió como posible solución la realización de la votación en dos días distintos, postura que coincide con la adoptada por la mayoría de los gobernadores que han optado por desdoblar las elecciones.
La discusión sobre el sistema electoral bonaerense se da en un contexto donde la implementación de la BUP, impulsada a nivel nacional, genera debate y tensiones entre las diferentes fuerzas políticas. La postergación del debate en Buenos Aires añade un nuevo capítulo a esta incertidumbre, dejando en vilo el futuro del calendario electoral en la provincia.